Sin suelos no hay vida
El suelo está debajo de nuestros pies, pero raramente oímos las señales importantes que nos envía. El presidente americano Franklin D. Roosevelt dijo una vez:
La nación que destruye sus suelos, se destruye a ella misma |
Raíces de leguminosas donde se pueden apreciar los nódulos fijadores de nitrógeno atmosférico. Fuente imagen: Lidian Miotto/Shutterstock.com |
Caminamos sobre los suelos, pero a menudo pensamos poco en lo que está justo debajo de nuestros pies. De hecho, los suelos son el granero de la nación - y del mundo - proporcionando alimentos y un montón de otras necesidades, incluidos nuevos medicamentos y materiales.
Sin suelo no hay vida.
Los suelos se forman durante cientos y miles de años, pero pueden ser destruidos por un solo evento, como un huracán o una lluvia torrencial. Son vulnerables a la pérdida de nutrientes, a erosión por viento y agua; contaminantes, incluida la escorrentía de las carreteras.
A pesar de un exterior humilde, los suelos son ecosistemas complejos compuestos de materia orgánica, minerales, agua, aire y billones y billones de organismos. Estos ecosistemas orquestan los procesos esenciales para el crecimiento de plantas y por ende la producción de alimentos y fibras.
Los suelos proveen servicios al ecosistem fundamentales para la vida, como son:
- Es el medio de vida de la abundante población de organismos del suelo, incluyendo las plantas
- Suministran nutrientes y agua a las plantas
- Fijan CO2 atmosférico y lo convierten en carbohidratos complejos que se descomponen lentamente.
- Son un medio activo de reciclaje de desechos animales y vegetales mediante la descomposición actuada por la inmensa población microbiana
- Filtran las aguas contaminadas antes de que llegue a las aguas subterráneas y los ríos.
- Provee sustento a plantas y animales (incluyendo los humanos)
- Modifica el clima del planeta al servir de buffer de temperatura, y la producción de polvo (ver este artículo y este otro)
- etc.
¿Ordenando para cenar? Las plantas perfeccionaron el proceso hace mucho tiempo.
La próxima vez que esté pensando si preparar la cena o pedir que la traigan, las plantas le han adelantado por mucho eones. En un artículo en la revista Science Advances, científicos en las universidades de Rice y Cornell descubrieron que las plantas "piden" nutrientes, utilizando bacterias del suelo como servicio de entrega. Las plantas leen el entorno local y, cuando es necesario, producen y liberan moléculas llamadas flavonoides. Estas moléculas atraen microbios que infectan las plantas y forman nódulos de nitrógeno en las raíces de las plantas, generando alimento (ver imagen arriba).
Cuando el nitrógeno ya está disponible, las plantas no necesitan hacer pedidos, nos dice la biogeoquímica de Rice, Caroline Masiello. Su capacidad para detectar la presencia de una fuente cercana de nitrógeno de liberación lenta, como el carbono orgánico, satisface el "hambre" de las plantas y calma sus señales de flavonoides.
Comprender cómo el carbono del suelo afecta estas señales ofrece a los científicos nuevas formas de diseñar interacciones beneficiosas entre plantas y microbios y diseñar aditivos para equilibrar las deficiencias en el suelo.
El suelo debajo de una secuoya gigante contiene una via rica y diversa. Fuente image: Wikimedia |
Comunicación suelo-planta: una calle de doble vía
la zona crítica de la Tierra - la capa entre el dosel del bosque y la base meteorizada de la roca madre (suelo) - es crucial para el funcionamiento del planeta. Fuente de image: Jenny Parks |
La 'zona crítica' de la Tierra: donde se forma el suelo, lo que permite que la vida florezca
Basado en artículo de la National Science Foundation del 14 de octubre, 2020. Lea el original.