Luchar contra la pobreza puede ayudar a controlar la deforestación
Por Jordan Davidson. Jun. 16, 2020
Serie de caminos en zonas anteriormente habitadas por orangutanes dentro de la conseciones para producción de palma aceitera de la compañía PT Karya Makmur Abadi en el distrito Kotawaringin este, Kalimantan Central; Borneo, Indonesia. Fuente: Greenpeace |
Puede resultar sorprendente que un sueldo básico universal también ayude al medio ambiente, pero éso es exactamente lo que se ha encontrado. Un programa del gobierno para ayudar a los indonesios rurales pobres a través de pagos directos en efectivo tuvo el efecto inesperado de reducir la deforestación en un 30 por ciento en las aldeas participantes, según un nuevo estudio.
El programa que inició Indonesia, el programa Keluarga Harapan, o "Esperanza Familiar", que proporciona sueldos básicos directos, en efectivo, a hogares de bajos ingresos para que superen el umbral de la pobreza, no tenía la intención de ayudar a los bosques del país, que han sido talados en un ritmo notable. En cambio, el programa les dio dinero a las familias si cumplían con ciertas condiciones, como asistir a visitas regulares al médico, mantener a los niños en la escuela y participar en capacitaciones sobre salud y nutrición. Si bien los pagos monetarios condicionados se utilizan en varios países del mundo para aliviar la pobreza, no se consideran una acción muy amigable para el medio ambiente, según otros estudios. Eso es porque el crecimiento económico a menudo se correlaciona con la degradación ambiental. Pero eso es correlación, no causalidad.
El nuevo estudio, publicado en Science Advances, examinó los hábitos de 266,533 hogares en 7,468 aldeas rurales en 15 provincias en varias islas entre 2008 y 2012. Luego, los investigadores estudiaron dónde se distribuyeron los fondos con imágenes satelitales de los bosques durante el mismo período de tiempo. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que a los bosques donde el gobierno estaba haciendo pagos les iba mucho mejor que a otras regiones de Indonesia.
"Durante décadas, la gente ha estado debatiendo si aliviar la pobreza y proteger el medio ambiente compiten uno con otro. Resolver este debate es importante porque muchas personas pobres se encuentran en las mismas áreas donde encontramos los ecosistemas más amenazados, como la selva tropical húmeda" dice Paul Ferraro, autor del estudio de la Universidad Johns Hopkins.
Salvar los bosques de Indonesia es fundamental para la salud del planeta y la vida silvestre. Los bosques albergan una amplia gama de especies y son eficientes en la captura de carbono. Sin embargo, la destrucción de estos bosques es responsable del 10 por ciento de las emisiones humanas de dióxido de carbono, y gran parte de ella es el resultado de la pobreza extrema, como se ha reportado. Para las aldeas rurales, la venta de madera y la limpieza de la tierra para el cultivo suele ser una fuente de ingresos de último recurso.
La expansión de plantaciones de palma aceitera en Indonesia y Malasia es una de las causas principales de deforestación en estos países. Fuente: NASA Earth Observatory |
Indonesia es el hogar de los terceros bosques tropicales más grandes del mundo, pero también es el principal productor mundial de aceite de palma, que genera millones de empleos, pero los ambientalistas lo culpan por la pérdida de bosques y los incendios, según Reuters.
Indonesia no solo sufre tasas preocupantes de deforestación, sino que también tiene una terrible desigualdad de ingresos. Según Global Forest Watch, Indonesia tuvo la tercera tasa más alta de pérdida de selva tropical en el mundo en 2019. También vio cómo la división entre sus ciudadanos más ricos y más pobres crecía más rápido que cualquier otro país del sudeste asiático en las últimas dos décadas, y ahora tiene la sexta brecha de desigualdad de riqueza más grande del mundo, según Oxfam International.
"No importa de qué manera lo miremos, el programa contra la pobreza en promedio conduce a la reducción de la deforestación en las aldeas que lo reciben", dijo Ferraro.
Los investigadores sugieren que sus resultados pueden extenderse a otros países de Asia que tienen experiencias similares, como la tala de bosques para cultivar arroz como complemento de una mala cosecha. También dicen que su estudio muestra que lo que es bueno para las personas también es bueno para el medio ambiente.
Basado en artículo de EcoWatch. Vea el artículo original en inglés.