Cambiando la cara de nuestro planeta
Campo agrícola. Fuente: Nicholas A. Tonelli. |
La actividad humana, especialmente la agricultura, ha alterado el 70% de la tierra de nuestro planeta. Según un nuevo informe de las Naciones Unidas, el daño a las tierras del planeta lo han puesto en “modo de crisis”.
Nuestra salud, nuestra economía y nuestro bienestar dependen de la tierra. Los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos dependen del estado de la tierra al menos hasta cierto punto.
Según el informe, hasta el 40% de la superficie del planeta ya está degradada, lo que afecta a la mitad de las personas vivas en la actualidad. Al ritmo actual, para 2050 se degradará un área adicional de casi el tamaño de América del Sur.
La degradación de la tierra se produce de varias: por deforestación, desertificación y pérdida de humedales o pastizales. Todos éstos causados por actividades humanas. A medida que los bosques, sabanas, humedales y los manglares se convierten en agricultura o se pierden debido a la expansión urbana, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan rápidamente, lo que se suma a los efectos del cambio climático. La crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra están vinculadas integralmente.
Gran parte de la culpa de la degradación de los paisajes se debe a la necesidad cada vez mayor de alimentos de la humanidad y los sistemas agrícolas modernos que los producen. El sistema alimentario mundial es responsable del 80% de la deforestación del mundo, el 70% del uso de agua dulce y es el principal impulsor de la pérdida de biodiversidad terrestre. La agricultura moderna ha alterado la faz del planeta más que cualquier otra actividad humana.
El informe insta a los esfuerzos de restauración de tierra. La restauración puede adoptar múltiples formas, incluida la plantación de bosques y arbustos o el pastoreo de ganado y el cultivo entre árboles en lugar de talar los bosques existentes.
Basado en artículo de Earthwise. Lea el original en inglés.