No existe economía saludable (ni planeta) sin bosques saludables
Por K.E.D. Coan, Junio 7, 2022
Rayos de sol en el bosque. Foto de Valentin from Pixabay |
Los bosques se encuentran entre las mejores alternativas para la captura de carbono. Pero según el informe Estado de los Bosques del Mundo de este año (2022) de las Naciones Unidas, los bosques también son la base de economías verdes y equitativas, la gestión sostenible de los recursos, la conservación de la biodiversidad y, en general, son clave para un futuro mejor.
Este informe destaca cuánto se subestiman los bosques en los análisis económicos y enfatiza un enfoque triple: 1- preservar los bosques existentes; 2- restaurar las tierras degradadas; y 3- expandir la agroforestería (integración de árboles/arbustos con agricultura) y utilizar de manera sostenible los productos forestales. Estas acciones necesitan financiamiento inicial, pero la cantidad necesaria es modesta en comparación con otros gastos del gobierno. Y el retorno de la inversión, en términos de evitar la calamidad climática y construir una economía más equitativa y sostenible, sería significativo.
“Se estima que los gobiernos gastan $1.8 billones de dólares al año en gastos militares y más de $5 billones en subsidios a los combustibles fósiles, pero solo alrededor de $50 mil millones en restauración de paisajes naturales”, dijo Robert Nasi, director gerente del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y World Agroforestry (ICRAF) en el comunicado de prensa de CIFOR-ICRAF sobre el informe mencionado. “Es hora de que la sociedad reconsidere nuestras prioridades para permitir un futuro mejor”.
Potencial climático
Los aumentos en fenómenos extremos del clima y otros impactos del cambio climático serán costosos, al igual que desarrollar futuras tecnologías de captura de carbono para revertir las tendencias climáticas a finales de este siglo. Por el contrario, detener la deforestación es una solución rentable que está disponible ahora. También se encuentra entre las mayores oportunidades para alcanzar los objetivos climáticos. El informe de la ONU proyecta que la preservación de los bosques existentes cubriría hasta el 14 por ciento de los recortes de emisiones de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) necesarios para el año 2030 para mantener el calentamiento por debajo de 1.5 ° C. La restauración y la agroforestería podrían contribuir hasta otro cinco por ciento.
Pero ha habido poco o ningún progreso en este frente en los últimos años. El otoño pasado (2022), 141 países firmaron la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre los bosques y el uso de la tierra, comprometiéndose a poner fin a la pérdida de bosques para 2030. A pesar de ésto, la pérdida de bosques, en gran parte en zonas tropicales, en 2021 fue lo suficientemente significativa como para declarar, potencialmente, ese objetivo como inalcanzable.
Mejores incentivos
El informe mencionado encontró que la agricultura impulsó casi el 90 por ciento de la deforestación reciente, lo que ilustra la necesidad urgente de encontrar incentivos efectivos para que las comunidades locales mantengan y usen los bosques de manera sostenible.
Más de la mitad de la población mundial (un estimado de 4,170 millones) vive a menos de 5 kilómetros de un bosque y hasta 5,760 millones de personas dependen de recursos forestales no madereros como plantas, productos vegetales y animales para ganarse la vida. Estas comunidades, así como los pueblos indígenas, poseen o administran cerca de la mitad de los bosques y fincas adyacentes, pero reciben menos del 2 por ciento de los fondos para asuntos climáticos.
“En general, no son las soluciones técnicas las que nos faltan, sino el conjunto de incentivos que existen actualmente”, dijo Paolo Cerutti, científico principal de CIFOR-ICRAF y líder para la República Democrática del Congo (RDC). “En países que son extremadamente pobres, como la República Democrática del Congo, la pregunta sigue siendo: "¿Cómo garantizar que los incentivos, incluidos los financieros, lleguen a los pequeños agricultores para que puedan reducir el impacto ambiental de las actividades que deben realizar para sus necesidades básicas de supervivencia, como talar árboles para leña?'”
Muchos análisis muestran que la restauración y la conservación devuelven mucho más de lo que cuestan, pero estos enfoques necesitan financiación, apoyo público y mayor conciencia.
Economías sostenibles y equitativas
Algunas de las mejores estrategias incluyen encontrar mejores usos para los subsidios agrícolas, el 86 por ciento de los cuales se destinan a actividades que son perjudiciales para el medio ambiente, en particular para la biodiversidad. La agroforestería es una alternativa prometedora que puede preservar hasta el 80 por ciento de la biodiversidad forestal mientras aumenta la productividad de los cultivos. Sin embargo, estos beneficios suelen tardar varios años en materializarse, durante los cuales los agricultores necesitarían apoyo adicional.
En el frente de los productos sostenibles, también ha habido una creciente demanda de productos de madera. Con una gestión forestal adecuada, estos tienen emisiones de gases de efecto invernadero significativamente más bajas durante todo su ciclo de vida que los plásticos u otros materiales comunes. En un ejemplo, investigaciones han mostrado que textiles a base de madera (celulosa) podrían reducir las emisiones de carbono de la fabricación textil en alrededor de dos tercios.
Este cambio de la deforestación y hacia el uso sostenible de los bosques ofrece importantes beneficios ambientales y oportunidades financieras para la sociedad. El informe calcula que triplicar el gasto actual para 2030 sería suficiente para alcanzar estos objetivos, pero se necesita acción ahora.
Basado en artículo de ArsTechnica. Lea el original.